top of page
Foto del escritoryocksen garcía

Fuerzas de Amor

Actualizado: 25 mar 2021

Historias del Señor Lecrueth


Inspirado en:


● Pintura: “El Beso” de Gustav Klimt

● Comida: Chocolate

● Aroma: Flores- Rosas

● Canción: I never love again de Lady Gaga

 

Erase un amanecer En un antiguo imperio, En los bordes de un risco, se encontraba una bella pareja de amantes, desbordando de amor y pasión incontroladamente, tanto así, que en el ambiente se notaba su deseo feroz y calidez exuberante. El hombre dominante, bajo su rudeza por la presencia imponente e inmaculada de su joven presa, posando sus labios llenos de amor, sobre su suave y delicada mejilla.


Cubrieron sus cuerpos inquietos con una manta vieja llena de huecos y un estampado extravagante que lo caracterizaba, un contraste de colores cálidos y figuras que daban rigidez y al mismo tiempo movimiento; que combinaban con la bella túnica que él usaba. Ambos se arrodillaron en el piso y brotaron plantas y flores, con el calor que su amor irradiaba de sus cuerpos excitados.


Luego de un día de ambiente de amor y besos , la pareja de amantes se retiran de su aventura pasionaria al atardecer, directo a los aposentos del hombre imponente, que tenía una pelea en el coliseo al día siguiente.

El gladiador fue recompensado por el emperador, por sus grandes victorias, con un manjar afrodisíaco del nuevo mundo, con un sabor dulce y un aroma fuerte, apetitoso e indescriptible. Llamado chocolate, con variadas texturas cremosas, sólidas y líquidas que no afectan el sabor del gran manjar adictivo. La criatura dominada por el afrodisíaco y dulce sabor del chocolate, retira su túnica excitada por el dulce sugestivo y seduce al gladiador con los poderes del tentador manjar, untándolo en sus cuerpos llenos de testosterona y gozando una noche de pasión.


Durante la escena que se manifestaba pasión y deseo, el hombre cegado por la presencia y belleza de su presa delicada y encendida con la llamas de un mundo pecaminoso. Retira su bisoñé con delicadeza y limpia su maquillaje con las sábanas húmedas por el sudor de ambos y dejando descubrir su hermoso ser, la verdaderas esencia de su amante, escondido bajo la represión de la sociedad y las leyes de su gobernante. El cual al gladiador nunca le importó la vasija que cubría su esencia, todo el amor que le tenía a ese ser precioso, un chico inigualable que desprendía un aroma sugestivo para el.


Recordando los jardines del emperador, la hermosa fragancia de las rosas, que llenan de paz al sanguinario guerrero y le traen recuerdos de su amante, al cual amaba con toda pasión.


Al salir el sol, un nuevo amanecer, una nueva mañana; el chico se encontraba solo en la habitación fría, escuchando los gritos de euforia de los campesinos al otro lado de la ciudad. La batalla había comenzado y su gladiador nunca se despidió, el chico solo encontró rosas al costado de la cama y entendió lo que sucedía.


Resbalaban lágrimas de sus ojos, deslizando una a una sobre sus mejillas rosadas, cayendo sobre las sábanas tal como llovizna nostálgica, se acercó a la ventana a mirar el amanecer, mientras el sol con sus finos rayos iluminaba y calentaba su cuerpo desnudo, recordando el calor que emanaba de su gladiador deseándolo más.

Mirando al vacío con poca atención, pensando en su amado lamentando cada segundo y caminado en la habitación deprimido soltó unas palabras al aire:


-Desearía haber podido decir adiós, te habría dicho lo que querías oír, si hubiera sabido que sería la última vez, me habría roto el corazón en dos para intentar salvar una parte de ti, como te extraño mi cálido guerrero...

No quiero sentir otra caricia, no quiero empezar otro fuego, no quiero conocer otro beso, no quiero ningún otro nombre saliendo de mis labios.

No entregaré mi corazón a otro desconocido o dejar que otro día comience.


En ese mismo instante el chico en una crisis emocional busco un pequeño cuchillo que se encontraba afuera de la habitación, volvió a su lecho y enterró el cuchillo en su abdomen, perforando su estómago y desangrando poco a poco, entre sus últimas lágrimas, sus últimos alientos y recordando sus bellas memorias al hombre que fue y sigue siendo su vida, entre sus últimos derrames de aliento exclamó con tanta alegría y nostalgia:


-Cuando nos conocimos, nunca creí que me enamoraría, nunca pensé que nacería un amor tan bello. Y quiero fingir que no te has marchado de mi lado cariño, quiero sentir esa sensación que solo tu y yo sentimos y que no compartiré con nadie que no seas tu; te veré pronto mi amor.


Fin.


-Yoxy G. Lecrueth

9 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


logos_Simbolo_Mesa de trabajo 1.png
bottom of page